domingo, 17 de noviembre de 2013

Cómo hacer información

El escritor, periodista y político italiano Furio Colombo nos ofrece una reflexión sobre las causas y consecuencias de la actual configuración del sistema de medios, que ha determinado la transformación del periodismo y también cómo se hace información. Este capítulo es un interesante punto de partida, pero también de retorno al marco teórico que explica y detalla los parámetros que ordenan la estructura de los medios de comunicación, la forma de hacer periodismo y los métodos para conseguir la información. 

La Disneylandia de las noticias

Colombo nos presenta la definición de periodismo, en relación con los “adversarios” que limitan los campos de la profesión, es decir, “la escasez de fuentes, la fuerza del poder, el riesgo de censura y el estado de ánimo de la opinión pública”. Los roles de estos actores del Sistema Rector actúan en comunión condicionando, refutando y reorganizando las actuales prácticas periodísticas que tienen por hábito y por costumbre los profesionales de la información. Define muy bien la “Disneylandia de las noticias” en la que se ha transformado el mundo de la comunicación. Dichos cambios se deben sin duda a todas las posibilidades que ha ofrecido, ofrece, y seguirá ofreciendo la revolución de las TIC. El abaratamiento de los servicios y la mejora y mayor accesibilidad de las aplicaciones y aparatos tecnológicos han propiciado la eliminación de los mediadores. Ahora, los proveedores interesados de información (empresas, instituciones, entidades financieras, partidos políticos, ONGs, etc.) pueden lanzar sus noticias de forma directa al consumidor sin necesidad de recurrir a los periodistas para que transcriban la información. Los gatekeepers ya no son los profesionales del medio, sino que son parte de la plantilla de todos esos nuevos actores que ejercen poderosas influencias en el mundo de la comunicación. No obstante, el cáncer que padece el periodismo se extiende más allá de las presiones y agentes externos; se ha agravado también por las malas prácticas o rutinas periodísticas en el newsmaking.
Nos encontramos, por tanto, ante un frágil y debilitado sistema informativo, que se traduce en la “espectacularización” de la información y de la noticia. La confusión realidad-ficción se proyecta claramente en la televisión, donde los espacios dedicados a los informativos se convierten en una pantalla de cine que muestra de forma espectacular la realidad para ganar así la mayor audiencia. Este fenómeno se traslada al resto de las programaciones, pues el objetivo último siempre es la lucha por el consumidor, la mayor audiencia y, en consecuencia, la adscripción de anunciantes publicitarios a sus cadenas. Todo ello es fruto de la mercantilización salvaje de los medios de comunicación. 

Mordiendo la mano que les da de comer

La principal consecuencia -y la más preocupante- no es otra que la progresiva decadencia que sufre el periodismo y la fabricación de noticias. Son muchos los factores que influyen en este proceso de involución mediática y periodística, pero sobre todo se debe a la reconfiguración que ha sufrido el sistema de medios, a las potencialidades que ofrece la revolución de las TIC, y a los nuevos agentes que toman el poder en la Sociedad de la Información o Sociedad Red. Los nodos, esto es, dichos agentes, han contribuido a la configuración del periodismo como un producto y no como un servicio. Así, hemos visto sucumbir el periodismo de investigación por otras formas más rentables y atractivas como el periodismo de fuentes o de declaraciones, un escaparate para que los agentes económicos, políticos y sociales puedan camuflar sus intereses y llevarse el mayor pedazo de la tarta. Ahora, anunciantes, agencias y medios cabalgan de la mano de la publicidad, prácticamente la única mano que les da de comer. 

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